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Desafíos en la atención en salud mental en un país que construye paz

El programa Salud para el Alma de la Gobernación de Antioquia viene trabajando en sintonía con Hilando Vidas y Esperanza (WLH), el programa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), para fortalecer el acceso de poblaciones sobrevivientes del conflicto a servicios de salud mental por medio de estrategias psicosociales comunitarias, telemedicina y campañas informativas, entre otras.

Esta alianza entre las dos instituciones se apoya en el trabajo que WLH viene realizando para mejorar el bienestar y la calidad de vida de quienes han padecido las consecuencias del conflicto armado desde un enfoque de desarrollo inclusivo.

En esta agenda convergen, además de estas iniciativas en atención psicosocial, acciones para mejorar las oportunidades productivas y de comunicación de las comunidades con el fin de fortalecer la resiliencia e impulsar transformaciones sociales para la convivencia pacífica y la construcción de paz en diferentes territorios del país. Uno de ellos es la Subregión del Bajo Cauca y nordeste antioqueño, puntualmente en municipios como el Bagre, Tarazá y Valdivia, pueblos profundamente golpeados por el conflicto armado en Colombia.

En esta oportunidad, la Gobernación de Antioquia, en alianza con WLH y Colombia+20, de El Espectador, realizaron en Medellín el Conversatorio “Desafíos en la atención en salud mental en un país que construye paz”. Este espacio de diálogo fue una oportunidad para visibilizar los retos y avances con respecto al acceso a la salud mental en Antioquia, y para entender la experiencia de resiliencia de esta región como un posible referente para otras comunidades sobrevivientes de la violencia.

Durante esta jornada se contó con la presencia y la participación de representantes del sector de la salud del departamento, la academia, la institucionalidad, la comunidad internacional y líderes comunitarios. La conversación y el perfil de los panelistas fueron una muestra de la necesidad de entender el bienestar de las comunidades y la construcción de paz como un proyecto de país.