Banco Popular acompaña al adulto mayor en la Feria Silverexpo
9 de septiembre de 2021
El mejor momento para ejercitarte es cuando tú lo decidas
10 de septiembre de 2021
Ver Todo

El desafío del Transporte Aéreo en la Post Pandemia

En 2020, tras 16 años de crecimiento consecutivo, el sector aéreo en América Latina retrocedió un 59.2%, producto de las restricciones por el COVID-19 que afectaron de manera contundente al sector de viajes y turismo.

El mismo sector que en el 2019 contribuyó con el 10.3% del PIB mundial, y llegó a generar uno de cada cuatro de los nuevos empleos del mundo. En América Latina, este sector registraba un crecimiento de entre 4 y 5%, movilizando alrededor de 24 millones de pasajeros, medidos a través del factor de ocupación (la cantidad de personas que transporta un avión) cercano al 80%.(1)

Hoy con un panorama más alentador, al mismo tiempo que el mundo avanza en el plan de vacunación, este sector comienza su recuperación. México encabeza la reactivación en la región con un aumento del 73,8% de su tráfico, seguido por Brasil, con un 69%, y Argentina con un 19,2%, según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).(2)

Aunque la tasa de recuperación varía de país a país, hay un punto en común. Los habituales pasajeros ya extrañan subir de nuevo a un avión y vivir una experiencia de viaje memorable, incluso mejor que en el pasado.

Aunque no es visible para el pasajero, en un aeropuerto existe una infraestructura y ecosistema de tecnologías que permite que los diversos grupos de trabajo, operacionales, tripulación, servicios generales, entre otros, puedan estar comunicados sin importar donde se encuentren o a través de qué dispositivo lo hagan. ¿Qué tal si todas esas tecnologías convergen en un ecosistema realmente integrado de voz, data, video y analítica?

Según John Ávila, experto en innovación en seguridad para Empresas para el Norte de América Latina de Motorola Solutions, “las cámaras ubicadas en puntos estratégicos del aeropuerto, potenciadas por inteligencia artificial, generan alarmas ante hechos fuera de lo común y en ambientes de alto tráfico, tienen sensores que indican, por ejemplo; la presencia de personas con temperatura elevada, verifican la distancia social y velan por el uso correcto de la máscara facial. Todo ello se convierte en información que puede ser analizada en tiempo real desde el centro de control y monitoreo, desde donde se procesa y envía la información situacional completa del acontecimiento (imagen, voz, datos) a los radios digitales de dos vías de los agentes de seguridad o empleados más cercanos al hecho”.