La confianza en las instituciones de seguridad pública es un factor clave para que los habitantes perciban que su ciudad está dando pasos reales para ser más segura, sin embargo, según el último informe de la organización Transparencia Internacional (TI), 21 de los 32 países encuestados en América Latina y el Caribe tienen una percepción de transparencia inferior a 50%.
En países como Colombia, por ejemplo, 96 de cada 100 colombianos aseguran sentirse inseguros en todas las ciudades del país, siendo los robos, las agresiones y la delincuencia común, la principal razón de inseguridad, esto según la última encuesta de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Dane.
Con este panorama parece fundamental pensar el concepto de Ciudades seguras o “Safer Cities”, por su equivalente en inglés, con servicios que agilizan la respuesta durante la detección y la atención de emergencias.
Para ello, las nuevas tecnologías disponibles en el mercado juegan un rol fundamental, ya que pueden brindar no solo un apoyo considerable para combatir los problemas de seguridad y cambiar la percepción pública, sino también hacen posible que exista información de valor en el proceso judicial contra los delincuentes.
A nivel de innovación, existen múltiples tecnologías que ayudan al manejo de evidencia, entre ellas: drones, software predictivo, sistemas de video seguridad, reconocimiento por apariencia, inteligencia artificial para centros de comando y wearables de seguridad pública como cámaras al cuerpo (bodycam), por mencionar sólo algunas de ellas.