La Junta, en decisión dividida, incrementó en 50 puntos básicos (pb) la tasa de política monetaria, al 3,0%, desde el 2,5% vigente desde octubre. La decisión fue dividida, con 4 miembros a favor de un incremento de 50 pb y los restantes 3 abogando por un alza de 75 pb.
· Sobre inflación, la Junta destaca que a noviembre se ubicó en 5,26%, mostrando una aceleración con respecto a octubre. La inflación básica anual (sin alimentos ni regulados) también mostró una tendencia creciente al situarse en 2,54%, 52 p.b. por encima del nivel de octubre.
· Con esto, el Staff revisó al alza los pronósticos de inflación a 5,3% en 2021, superior al 4,9% esperado en octubre y a 3,7% en 2022, frente al 3,6% esperado en octubre. En el comunicado se menciona que las expectativas de inflación han aumentado y se ubican por encima de la meta de 3%, incluso a mediano plazo y que esto implica un riesgo de indexación a mayores niveles de inflación.
· Los indicadores de actividad siguen siendo robustos y la economía continúa mostrando un buen comportamiento. El equipo técnico del Banco ratificó su proyección de crecimiento del PIB de 9,8% para 2021.
· Se revisó al alza el déficit en cuenta corriente, a 5,6% para 2021, de 5,3% explicado por una demanda interna fuerte en la economía colombiana y a 4,9% de 4,6% en 2022. Sobre su financiamiento en 2022 destacan que el contexto financiero internacional será menos holgado.
· Los riesgos de indexación, las presiones inflacionarias y el mayor déficit en cuenta corriente, así como una votación dividida con 3 votos a favor de 75pb, nos llevan a pensar que la Junta está abriendo la ventana a un ajuste de tasas, por algunas reuniones, más acelerado del visto hasta ahora.
· Ello con el objetivo de anclar las expectativas. El gerente resaltó repetitivamente que la Junta está realizando un ajuste gradual, al tiempo que el Banco espera que la inflación de alimentos siga corrigiendo de manera significativa en 2022, llevando también a una desaceleración progresiva de la inflación total.
· En cualquier caso, consideramos que el escenario inflacionario y de rápida recuperación en la actividad, concentrada en el consumo, justifican que el Emisor lleve su tasa por encima de su nivel natural en 2022 para controlar las expectativas de inflación.