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Recuperación exitosa de la economía

La economía colombiana iniciará un proceso lento de recuperación en 2024. El mejor consumo de los hogares y el mantenimiento de un consumo público elevado serán claves para este comportamiento.

No obstante, hay una variable que no entrará rápidamente en este círculo virtuoso de la recuperación y que se mantendrá baja, incluso cayendo durante los próximos trimestres si no se garantiza un impulso (público y privado) sobre ella. Esta variable, importantísima en cualquier economía y más aún en un país en desarrollo, es la inversión.

El impulso a la inversión tiene dos resultados positivos. Primero, refuerza la recuperación, mejora la capacidad productiva a corto plazo, genera más empleo y fortalece el repunte del consumo. Segundo, aumenta el producto potencial de la economía, amplía la frontera productiva a largo plazo e intensifica la productividad y, por tanto, el aumento del ingreso de los colombianos. Esto último es fundamental si se tiene en cuenta que, durante 2023 y 2024, la economía apenas crecerá por encima del incremento poblacional del país, sugiriendo que las mejoras del ingreso per cápita durante estos años serán casi inexistentes.

Ahora bien, ¿cómo se impulsa la inversión? Hay, al menos, dos caminos: una inversión pública eficiente (que aumenta la productividad y estimula la iniciativa privada) y unas políticas enfocadas en empujar la mayor actividad en la vivienda y la infraestructura, dos sectores que demostraron su capacidad contracíclica en el pasado por sus relaciones con otros sectores y su generación de empleo. Tanto en la desaceleración de 2008-2009, en medio de la fuerte turbulencia financiera internacional, como en la moderación del crecimiento que prosiguió a la caída de los precios del petróleo en 2014, demostraron tener un efecto multiplicador sobre la economía.

En conclusión, una recuperación más exitosa se logra con un impulso claro y contundente sobre la inversión, teniendo réditos a corto y largo plazo. Además, dentro de la inversión, sobresalen los sectores de vivienda e infraestructura, cuyo efecto multiplicador es clave para encontrar ese ciclo virtuoso de recuperación que es tan necesario para la economía y para mejorar las condiciones sociales de los colombianos.