La temporada de huracanes en el Caribe, que se extiende hasta finales de noviembre, y la migración de ballenas jorobadas en el Pacífico colombiano, activa hasta octubre, representan para importadores y exportadores desafíos logísticos simultáneos en el transporte de carga marítima.
Ambos fenómenos naturales pueden generar disrupciones significativas en las operaciones internacionales, afectando tiempos de tránsito, disponibilidad portuaria y costos operativos.
“En DHL Global Forwarding, entendemos que fenómenos como los huracanes y la migración de ballenas no solo impactan rutas y calendarios, sino que también exigen decisiones logísticas ágiles e informadas. Nuestro objetivo es acompañar a los clientes anticipando este tipo de riesgos, con soluciones adaptativas, monitoreo permanente y asesoría continua que permita mitigar disrupciones y mantener la cadena de suministro en movimiento”, señaló Alejandro Bachs, Country Manager de DHL Global Forwarding Colombia y Venezuela.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA), la temporada de huracanes del Atlántico 2025 se proyecta como por encima del promedio, con entre 13 y 19 tormentas nombradas (cuando los vientos alcanzan al menos 63 km/h), de las cuales 6 a 10 podrían convertirse en huracanes (vientos ≥ 119 km/h) y 3 a 5 en huracanes mayores (≥ C3, vientos ≥ 178 km/h). Este nivel de actividad incrementa la probabilidad de cierres portuarios, desvíos de rutas y paralización de operaciones logísticas en la costa Atlántica colombiana y el Caribe.
Adicionalmente, las ballenas jorobadas que migran desde la Antártida recorren aproximadamente 8.500 km para arribar a las aguas cálidas del Pacífico colombiano entre junio y octubre, lo que genera restricciones ambientales en corredores marítimos claves para salvaguardar los hábitats de reproducción de esta especie.
Principales riesgos logísticos
Retrasos y desvíos operativos: Cierres temporales de puertos, condiciones climáticas adversas y restricciones por fauna marina pueden provocar demoras en tránsito, cancelación de escalas o desvío hacia puertos alternos.
- Incremento de costos logísticos: Las contingencias generan sobreestadías, recargos por congestión, tarifas de emergencia y mayores costos por redireccionamiento de rutas o reacomodación de cargas.
- Limitaciones de capacidad y reprogramaciones: La congestión portuaria, combinada con la alta demanda estacional, puede derivar en escasez de espacios en embarcaciones, cambios de itinerario y modificaciones en la gestión de carga.
- Impactos en la cadena de suministro y reputación: Las disrupciones logísticas pueden afectar la entrega oportuna, comprometer acuerdos comerciales y generar pérdidas económicas y de confianza ante clientes y aliados.
¿Cómo mitigar el impacto?
Ante la coincidencia de estos fenómenos naturales, DHL Global Forwarding propone una serie de acciones estratégicas que permiten reducir los riesgos logísticos y mantener la continuidad de las operaciones internacionales de carga por mar, tanto en el Atlántico como en el Pacífico:
- Planificación anticipada: Ajustar cronogramas, reservar espacios con tiempo y prever rutas alternas son claves para reducir la exposición a cierres portuarios o cambios de itinerario.
- Monitoreo constante: Consultar fuentes meteorológicas y marítimas confiables, así como reportes ambientales oficiales, permite tomar decisiones informadas y reprogramar con agilidad.
- Flexibilidad operativa: Estar preparados para cambios en puerto, tránsito o modo de transporte, según las recomendaciones de las autoridades marítimas y ambientales, facilita la adaptación.
- Comunicación activa: Mantener contacto directo con los equipos de DHL permite recibir actualizaciones en tiempo real, ajustar operaciones y minimizar disrupciones en la cadena logística.
“La coincidencia entre la temporada de huracanes en el Caribe y la migración de ballenas en el Pacífico colombiano subraya la importancia de contar con una logística preparada, resiliente y flexible. En un entorno cada vez más expuesto a eventos climáticos y ambientales, la anticipación no es una opción, sino una necesidad”, concluyó Alejandro Bachs.