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El 28 de abril se celebra en Colombia el día del bacteriólogo, porque en esta fecha se recuerda el natalicio de doctor Federico Lleras Acosta, médico colombiano, veterinario, investigador nacido un 28 de abril de 1877. Él fundó el primer laboratorio de Colombia en 1906 y realizó varios aportes en el diagnóstico e investigación de la lepra.
La formación del bacteriólogo y sus homólogos está fundamentada en tres grandes componentes curriculares: socio humanístico, metodológico investigativo y científico tecnológico dando la oportunidad de desarrollar actividades en múltiples campos del saber, en especial en ciencias de la salud y ciencias de la vida.
El bacteriólogo realiza, analiza y correlaciona las pruebas de laboratorio para prevención, diagnóstico, seguimiento y control de los pacientes en el campo de la salud humana y veterinaria, de procesos industriales y agroambientales, aplica los estrictos controles de calidad exigidos, cumple y aplica las estrictas normas de bioseguridad que acompañan el desempeño en salud.
En el campo de Promoción de la salud y prevención de la enfermedad aplica las normativas de la Salud Pública y participar en propuestas que aportan a la solución de problemáticas de salud, con la intención de mejorar la calidad de vida de las poblaciones.
En la Gestión de los sistemas de calidad en el laboratorio, los bacteriólogos diseñan e implementan sistemas de control de calidad orientados a garantizar la seguridad en la prestación de los servicios, acordes con un modelo de atención integral en salud como lo establecen las normas vigentes.
El papel del bacteriólogo durante la pandemia por COVID 19 ha sido fundamental para el diagnóstico por el laboratorio permitiendo hacer frente a las necesidades clínicas surgidas por la pandemia de SARS-CoV-2. Determinadas pruebas analíticas han resultado ser imprescindibles para conocer el diagnóstico y la evolución de los pacientes.
