Durante el 40º Congreso Agropecuario Nacional de la Sociedad de Agricultores de Colombia – SAC, productores de maíz genéticamente modificado coincidieron en la importancia de preservar la semilla nativa y criolla, mientras se mantiene la posibilidad de utilizar todo tipo de semillas disponibles en Colombia: nativas, criollas, convencionales y biotecnológicas, a propósito de la reciente sentencia de la Corte Constitucional para la protección de las semillas nativas y criollas.
Sus pronunciamientos surgen tras la Sentencia T – 247 de 2023 emitida por la Corte Constitucional el pasado 02 de noviembre, en la que “reconoce la legalidad y el marco regulatorio de OGMs en el país” y le ordena al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y al Instituto Colombiano Agropecuario – ICA liderar las adopción de medidas para proteger las semillas nativas y criollas de maíz de los pueblos indígenas, reconociendo que en la actualidad estas semillas no cuentan con reconocimiento legal, ni régimen especial de protección. La decisión nació como respuesta a una tutela interpuesta por 9 resguardos indígenas que exigieron la protección de las semillas de maíz en sus territorios.
Agricultores de maíz de diferentes regiones del país coinciden en la necesidad de protección y conservación de las semillas criollas y nativas, pero expresaron preocupación ante los anuncios de organizaciones como la Alianza por la Agrobiodiversidad, quienes exhortaron al Gobierno nacional a adoptar “medidas que permitan transitar hacia la prohibición de los cultivos transgénicos en el país” y “en donde quiera que estén”, implicando que la limitación debería extenderse a todo el territorio y no sólo a los resguardos indígenas, como ya lo dicta la regulación.