La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), finalizó hoy su 79ª Asamblea General en esta ciudad con la presentación de sus conclusiones tras cuatro días de presentaciones y conferencias, dirigidas a fortalecer el papel de los medios de comunicación en el sostenimiento y fortalecimiento de la democracia.
La SIP concluyó que varios gobiernos del hemisferio están fallando en la promoción de ¨los valores republicanos de una prensa libre¨.
A continuación, el texto íntegro de las Conclusiones de la 79 asamblea:
¨El debilitamiento de la democracia en América este año arrastró su sombra infaltable: la erosión de las libertades de expresión y de prensa. El inicio de nuevos gobiernos y varios procesos electorales en la región fallaron en promover los valores republicanos de una prensa libre.
A nivel general, el recrudecimiento de las dictaduras, el fortalecimiento de los autoritarismos, el crimen organizado y la debilidad económica fueron los factores que más afectaron las libertades de expresión y de prensa en la región.
Dos fueron los símbolos de esta situación durante la 79ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Ciudad de México.
Por un lado, el Índice Chapultepec de Libertad de Prensa y Expresión en las Américas cayó a su puntaje global más bajo registrado a la fecha. República Dominicana lideró el ranking, mientras que la tabla la cerraron, otra vez, Cuba, Venezuela y Nicaragua. Por primera vez figuraron cuatro países en la categoría «en alta restricción»: Bolivia, El Salvador, Guatemala y Honduras.
El segundo hecho significativo del encuentro fue que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y su gobierno en pleno, desairaron a la prensa del continente al no asistir a la inauguración de la asamblea, como es tradición de los presidentes de países anfitriones. La precandidata opositora a la presidencia de México, Xóchitl Gálvez, firmó la Declaración de Chapultepec.
Durante la Asamblea General se celebraron los 30 años de la Declaración de Chapultepec y los cinco de la Declaración de Salta. Sobre esta última, se acordó un proceso de consulta con expertos en libertad de expresión y nuevas tecnologías y periodistas durante el próximo año, con la esperanza de actualizarla hacia la 80ª Asamblea General, que se realizará en Córdoba, Argentina, en octubre de 2024.
La asamblea resolvió, a través de una resolución, solidarizarse con Acapulco y Guerrero tras la devastación que dejó el huracán Otis. También se acordó pedir al gobierno de México no intentar acallar ni modificar la cobertura de medios y periodistas durante la tragedia.
En un entorno de debilitamiento del negocio de los medios, la asamblea discutió estrategias de generación de nuevos ingresos y audiencias, además de ratificar la importancia de continuar la lucha por derechos de propiedad intelectual respecto de plataformas digitales y motores de inteligencia artificial. Asimismo, se pidió a Google ampliar su licenciamiento de contenidos a través de Showcase, ya existente en Argentina, Brasil, Colombia y México, a otros países como Perú y Chile.
Siete periodistas fueron asesinados: tres en México, dos en Guatemala, uno en Colombia y uno en Haití, entre no pocos otros atentados contra la vida. Pero la violencia no terminó allí. Incrementó el número de periodistas exiliados, con al menos 25 nuevos casos registrados: en El Salvador, 15; en Ecuador, cinco; en Nicaragua, tres; uno en Bolivia y uno en Paraguay. Los arrestos continuaron: cuatro en Cuba, dos en Nicaragua, tres en EE. UU. y uno en Guatemala. Siete periodistas fueron secuestrados y luego liberados.
Los países más golpeados de la región fueron otra vez las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela. Continuaron los arrestos, secuestros y exilios, así como restricciones en el espacio digital. Persistieron las amenazas contra anunciantes privados en la prensa independiente, las clausuras de medios y la anulación de concesiones televisivas y radiales. «El ejercicio del periodismo en Nicaragua es un crimen», dijo Juan Lorenzo Holmann, del diario La Prensa, desde EE. UU., donde reside tras haber sido liberado de prisión.