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Los ojos seguirán puestos en la inflación en 2025

Por Laura Katherine Peña

Avanza el primer mes del año y seguimos ajustando el bolsillo para la lista de propósitos de 2025. Antes de distribuir nuestro presupuesto de este año, cabe pensar qué dejó el 2024 en materia de inflación y qué podemos esperar para el 2025.

La inflación cerró el 2024 en 5,2%, pero ¿cómo se puede leer este dato? Es un dato positivo. En comparación a 2023, la inflación descendió cerca de 400 pbs desde 9,3% hasta 5,2%, indicando menores incrementos de precios que en el año previo, aunque esto no significa caídas en los precios. Todas las canastas de bienes tuvieron una menor inflación, por ejemplo, la de regulados descendió 992 pbs desde 17,2% hasta 7,3% y la de servicios del 9,0% al 7,0% en su variación anual.

Sin embargo, las buenas noticias tienen un sinsabor. La inflación cerró el 2024 aún por fuera del rango meta del banco central y en algunas canastas ese distanciamiento del rango es muy significativo, la canasta de regulados y la de servicios son un claro ejemplo. La de alimentos cierra el año en 3,3%, materializando un aumento esperado por efectos base principalmente. Sin embargo, hay que reconocer que los esfuerzos para que la inflación vuelva al rango meta no son menores y que el Banco Central ha sido cauteloso en la bajada de sus  tasas de interés de referencia para acompañar ese proceso.

La inflación en Colombia se ha mostrado especialmente rígida por temas relacionados con la indexación, la devaluación, los arriendos y, por supuesto, los regulados, a pesar del crecimiento modesto de la economía en el 2024, que nosotros en BBVA Research estimamos en 2% anual.

Para 2025, esperamos una disminución adicional de la inflación que la dejará dentro del rango meta. Sin embargo, las incertidumbres no son menores como lo han mostrado otros países del mundo y de la región. En particular la rigidez del precio de algunos servicios, como arriendos es un tema a vigilar y ahora, a comienzos de año, los efectos del elevado aumento en el salario mínimo sobre la misma. La economía colombiana sigue, a pesar de muchos esfuerzos, bastante indexada a las alzas del salario mínimo.