Lo primero es que, si tiene deudas, trate de eliminarlas lo antes posible para prever cualquier gasto o emergencia que se pueda presentar en esta etapa.
También, planifique los gastos con la mayor antelación posible, pero siempre siguiendo un presupuesto realista que esté alineado a sus ingresos y egresos mensuales. Allí, tenga en cuenta gastos de estudios médicos, comida, ropa, vacunas, pañales, entre otros.
Por otra parte, los expertos sugieren evitar las compras impulsivas o excesivas, y aprovechar las ofertas que diferentes establecimientos comerciales ofrecen en diferentes etapas del año, así como consultar en diferentes tiendas y sitios web los mejores precios. Se recomienda enfocarse en suplir necesidades y no gustos, pensando a conciencia qué tan provechoso va a ser lo que desea adquirir y cuánto tiempo de vida útil tiene.
Además, recurrir a ropa, accesorios o juguetes de segunda mano es una gran alternativa, ya que los bebés crecen rápido y dejan todo pronto, lo que permitirá ahorrar de 50% a 70% de su costo original. En ese sentido, en las famosas reuniones conocidas como ‘babyshowers’, familiares y amigos suelen obsequiar diferentes productos que evitarán compras extras cuando el bebé nazca.
Otra recomendación consiste en destinar una parte de los ingresos al ahorro, pues siempre será el mejor aliado, sin importar cuáles sean sus objetivos como madre. El ahorro permitirá enfrentar situaciones imprevistas o incluso obtener un rendimiento de estos si se invierten. Para ello, los expertos recomiendan guardar, mínimo, el 10% de sus ingresos mensuales durante un periodo de seis a 12 meses para estar preparados ante cualquier eventualidad.
Aunque es posible que algunas personas crean que es muy pronto para pensar en el colegio y la universidad por ser madres primerizas, es mejor crear un fondo de manera anticipada para estos gastos, y así evitar preocupaciones futuras.