World Vision advierte que la mayoría de los productos de belleza brillantes contienen probablemente ingredientes recogidos por niñas y niños en minas y granjas de países de renta baja. Según su último informe «El alto precio de la belleza», los productos libres de crueldad no incluyan pruebas con animales, pero es probable que contengan ingredientes obtenidos mediante el trabajo infantil.
El número de niñas y niños que trabajan para mantener a su familia o que han sido víctimas de la trata, forzados u obligados a trabajar ha aumentado desde 2016.
World Vision hace un llamado para que desde el mercado, el gobierno y las empresas, se cuestione la trazabilidad y la legislación de la cadena de suministro, de modo que ninguna niña o niño esté forzado a trabajos peligrosos en la minería o la agricultura. A menos que las empresas examinen rigurosamente sus cadenas de suministro y los gobiernos amplíen las redes de seguridad social y la escolarización, es probable que 140 millones de niñas y niños estarán trabajando en 2025.
Las cadenas de suministro de productos mineros y agrícolas suelen ser difíciles de rastrear, ya que los productos se importan y reexportan desde múltiples países en distintas fases del proceso de refinado. Se calcula que el 30% de los ingredientes de los cosméticos proceden de materias primas mineras o agrícolas, y el crecimiento de la industria de la belleza natural ha provocado un aumento de la demanda de insumos agrícolas.