Continuar con el legado musical del maestro, Abel Antonio Villa (1924-2006), es la tarea que a diario realiza su hija y cantautora, Aida Luz Villa, conocida como ‘La Cantora de Dios’, quien cuenta con una producción musical de ocho discos y es reconocida a nivel nacional e internacional por la interpretación de la música secular y góspel. Aida Luz es Directora de la Fundación Abel Antonio Villa y organizadora de los Premios.
“La primera edición de los premios Abel Antonio Villa se realizaron en el año 2022 con el objetivo de enaltecer el trabajo artístico de los intérpretes, compositores y músicos del vallenato, así como también conservar la obra musical de mi Padre, el juglar Abel Antonio Villa”, dice Aida Luz.
Para este año, los premios Abel Antonio Villa traen 5 nuevas categorías, además de las 12 que tenía desde la primera edición. Estas son:
¿Quién era Abel Antonio Villa?
Abel Antonio nació en el municipio Piedras de Moler, en el departamento del Magdalena, y desde niño aprendió de manera empírica a interpretar el acordeón.
Compuso más de 500 canciones, produjo 22 discos, con éxitos como: ‘El higuerón’, ‘Amalia Vergara’, ‘El pleito’, ‘Yo tengo mi Candelaria’, ‘Ana María’, ‘Los amores de Zoila’, ‘La camaleona’, e ‘Isabel Martínez’.
Fue el primer músico que grabó en acetato, y también fue el creador del formato típico del vallenato: caja, guacharaca y acordeón. Asimismo, fue el primer artista en realizar una gira al exterior, que abarcó Centroamérica, Argentina, Estados Unidos y Europa; y fue el primer cantautor profesional. Todas estas características hicieron de Abel Antonio Villa, el Padre del acordeón.
El maestro Villa recibió muchas distinciones, entre ellas, la de Rey Vitalicio del Festival de la Leyenda Vallenata, en 1999, en Valledupar; y la Orden del Congreso, en el grado de Caballero Ilustre. Así mismo, ganó discos de platino y de oro, porque sus canciones superaron el millón de unidades vendidas.
En el año 2000, ya en el fin de su carrera musical, el maestro Villa se concentró, con la guía espiritual de su hija Aida Luz, en el conocimiento de las sagradas escrituras. A sus 82 años falleció dejando un gran aporte a la música vallenata y a su público que, año tras año canta, baila y disfruta de sus composiciones y de su música.