INVITADO ESPECIAL
David Caicedo Galvis – Magíster en Musicoterapia –, de la Universidad Nacional de Colombia. Artista Formador de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, Tallerista invitado al World Art Therapy Festival 2025 (República Checa) y fundador de Aguanta la Música.
Ha desarrollado procesos de musicoterapia en Colombia y España. Actualmente acompaña a personas en consulta privada con fines de crecimiento personal y ofrece talleres empresariales centrados en el bienestar organizacional. Sus propuestas integran arte, creatividad y terapia como experiencias de transformación y conexión humana.
En la búsqueda constante de herramientas para el bienestar y el desarrollo humano, la musicoterapia emerge como una disciplina cada vez más relevante y con un potencial transformador. Lejos de ser un mero acompañamiento sonoro, esta práctica profesional utiliza la música de forma estructurada para alcanzar objetivos terapéuticos individualizados, impactando positivamente en la salud mental, emocional y cognitiva de las personas.
Su eficacia está, además, sólidamente respaldada por la ciencia: un reciente estudio publicado en Frontiers in Psychology (Vol. 16, 2025), que analizó una amplia gama de investigaciones, concluyó que la musicoterapia es significativamente efectiva en la reducción de síntomas de estrés, ansiedad y depresión, lo que subraya su creciente reconocimiento en el ámbito de la salud mental.
Tres claves de la musicoterapia para un mejor día a día
David Caycedo de Aguanta la Música sostiene que la musicoterapia ofrece herramientas tangibles que cualquiera puede integrar en su vida para fomentar el crecimiento personal y el bienestar cotidiano. Estas son tres claves fundamentales:
- Conectar con el disfrute estético: Se trata de ir más allá de la escucha pasiva. La musicoterapia invita a una conexión consciente y profunda con la música, permitiendo que esta experiencia sonora se convierta en un ancla para el presente, fomentando la apreciación y el goce.
- Experimentar creativamente y de forma activa: La musicoterapia anima a la expresión personal a través de la música, y no solo mediante la escucha. Actividades como escribir un coro, improvisar con sonidos o cantar, se convierten en vías para canalizar emociones, facilitar la catarsis y explorar nuevas facetas de uno mismo de manera segura y constructiva. Como explica Caycedo: «Aquí, en musicoterapia, es como un psicólogo que está uno a uno contigo, haciendo preguntas, intervenciones, aplicando técnicas, proponiendo experimentos, solo que todo con música».
- Realizar una curaduría musical consciente: Implica elegir la música de forma intencionada, reconociendo su impacto en los estados de ánimo. La musicoterapia enseña a seleccionar melodías que no sólo acompañen, sino que ayuden a transicionar entre diferentes emociones, promoviendo un uso estratégico de la música para el fortalecimiento personal y la prevención del malestar.