Brigitte Baptiste – Bióloga – Empezó a estudiar Arquitectura en la Universidad Javeriana, pero el amor por el campo y un marcado interés por los temas ambientales la llevaron al encuentro con la ecología.
Y como en los años ochenta la carrera más relacionada que encontró fue Biología, aunque la cursó sin mucho entusiasmo, terminó graduándose y enamorándose de ella.
Es una de las personas más admiradas en Colombia por su trabajo ambientalista y por ser reconocida como la mujer que lidera muchos proyectos en su campo y ser la preferida entre las conferencistas de mayor aceptación.
Siendo Luis Guillermo nunca pudo hablar sobre la dimensión femenina que lo habitaba; simplemente no encontraba la forma de ponerlo en palabras. Pero a los 35 años dijo “soy Brigitte y seré exitosa”. Hace 20 años comparte su vida con Adriana Vásquez, una socióloga y literata con quien tiene dos hijas —Candelaria y Juana Pasión— y tres gatos.
En julio de 2016 cambió su cédula de ciudadanía para identificarse oficialmente como mujer. Su nombre: Brigitte Luis Guillermo Baptiste. El primero como homenaje a la actriz francesa Brigitte Bardot. El segundo, quizá, como reconocimiento a un pasado que siempre estará y a la valentía de vivir, finalmente, con la felicidad de ser quien es.
No se considera una activista en temas de género, pero sí siente una responsabilidad de “extender un círculo de afecto” por medio de su mensaje, sobre todo hacia quienes no han sido tan afortunados como ella a la hora de expresarse.
Este año, a propósito de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, la periodista Diana Calderón publicó un libro utilizando la entrevista como género periodístico para sondear las profundidades del alma de Brigitte.
En El mundo según Brigitte, revela los pensamientos y las emociones de la bióloga Brigitte Baptiste. Ella —Baptiste—pone en jaque las convenciones del lenguaje: pasó de ser Luis Guillermo a ser Brigitte. Ahora es la rectora de la EAN y una de las voces colombianas autorizadas para hablar de los temas de la conservación y la naturaleza.
La conductora de Hora 20 de Caracol Radio, ha revelado a propósito de esta historia, “el personaje público y el personaje privado para mí son el mismo. El pensamiento de Brigitte es su coherencia en el actuar. Me sorprendió mucho que ese discurso que ella tiene en lo público es la manera cómo vive su privacidad y como vive su intimidad”
Para mí fue revelador ver cómo a veces nos desgastamos en unos temas periodísticos que sí son importantes, pero que ya están estudiados y resueltos por mentes privilegiadas como la de ella, que se han ocupado de mirarlos más allá del día a día”.
Diana Calderón ha logrado con esta conversación cuestionar las convencionalismos de los lectores y los ha invitado a repensar todo desde una nueva perspectiva. El libro se convierte en el ojo de una cerradura a través del cuál vemos una transformación hermosa, un punto de quiebre vital de una persona que al final tuvo la valentía de mostrar al mundo su verdadero yo. Uno tiene la sensación de acercarse a algo profundamente humano. La periodista pensó que se podía enfrentar a un lector que se iniciase en la historia desde la incomprensión y por eso hace una advertencia al principio del texto: “No te estoy pidiendo que cambies de género, solo que dejes fluir”.
En el libro también aparecen como personajes las hijas de Baptiste, Candelaria y Juana Pasión, y su pareja, Adriana. La locutora de radio narra la forma en la que Brigitte -un nombre que se puso en honor de la actriz francesa Birgitte Bardot- rompe el estado de clandestinidad en el que viven muchos integrantes de la comunidad LGBTIQ porque a través de su condición de trans ha logrado visilizar su pensamiento y construir una visión del mundo que la propia Calderón llama ecología queer.