Alejandro Concha Mejía – Médico Gastroenterólogo –, Internista- Epidemiólogo Ecoendoscopista Investigación clínica PPCR- T.H.Chan SPH, Harvard University.
Hoy día es Jefe de Gastroenterología Clínica del Country y Clínica La Colina- Bogotá. Profesor de Gastroenterología Universidad Nacional de Colombia y primer Vicepresidente Asociación Colombiana de Gastroenterología.
La Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) es una condición que padecen, según se estableció en el primer Consenso Latinoamericano de la ERGE en 2022, el 15% de los colombianos, y en la que los alimentos ingeridos pasan del estómago al esófago, algo que no sucede en condiciones normales ya que existe un esfínter esofágico inferior (EEI) que actúa como una válvula e impide el paso del alimento.
Cuando esta barrera muscular se altera o relaja inadecuadamente, el contenido gástrico pasa al esófago, irritando la mucosa y produciendo diferentes síntomas y/o complicaciones como son el ardor en la boca del estómago y el malestar nocturno.
La enfermedad se manifiesta en síntomas como acidez, regurgitación y dolor torácico, condiciones que se tratan con un nuevo medicamento enfocado a suplir las necesidades no cubiertas de los tratamientos tradicionales.
Desde la década de los ochenta, los Inhibidores de la Bomba de Protones (IBPs) han sido considerados como el tratamiento de primera línea en el manejo de las enfermedades ocasionadas por el desbalance de la producción de ácido en el estómago.
Sin embargo, el estudio ‘Patrones de tratamiento y control de síntomas en pacientes con ERGE’ basado en una encuesta comunitaria a 617 pacientes estadounidenses, estimó que más del 85 % de pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) continúa sintomático una vez se inicia el tratamiento con IBPs.
Ese mismo estudio dirigido por el médico e investigador William Chey, añadió que hasta el 50% de pacientes con ERGE no erosivo no quedan satisfechos con la terapia implementada, por lo que recurren a medicamentos adicionales para tratar sus molestias.
Por otro lado, un estudio dirigido por la revista BMC Clinical Pharmacology publicado en 2007, en el que genotipificaron a 189 personas mestizas, en Colombia, ocho de cada diez pacientes metabolizan rápidamente los IBPs (70.7 % son metabolizadores rápidos y el 12.9 % son metabolizadores ultrarrápidos), lo cual podría explicar, en gran medida, las altas tasas de fallos terapéuticos con IBPs y las reconocidas dificultades en la erradicación del Helicobacter Pylori.
El Helicobacter Pylori habita en el estómago y en el revestimiento del intestino delgado, puede causar diversas afecciones y, en los peores casos, aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de estómago.
Recientemente fue aprobado en Colombia por INVIMA el Tegoprazan, un medicamento para las indicaciones de Reflujo Gastroesofágico (ERGE) erosivo, ERGE no erosivo, úlcera gástrica y tratamiento coadyuvante para la erradicación de Helicobacter Pylori.
El Tegoprazan es una nueva clase terapéutica (P-CABS) que llega después de casi 30 años desde el lanzamiento de los tradicionales inhibidores de Bomba de Protones (IBPs).
Buscando cubrir todas las necesidades no cubiertas por los IBPs, la nueva molécula Tegoprazan es un bloqueador de ácido competitivo de potasio lanzado ya en otros países del continente americano, que ofrece un rápido alivio de los síntomas a los 30 minutos desde la primera dosis, su toma no depende de la hora del consumo de los alimentos y cuenta con un efecto sostenido por 24 horas, evitando los síntomas de reflujo nocturno.
Frente a la eficacia del 74 % que ofrecen IBPs en 14 días de tratamiento, este nuevo medicamento asegura un 96 % de eficacia cuando se suma al tratamiento antibiótico para tratar a la bacteria Helicobacter Pylori, como comprobó un estudio de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Digestivas del Hospital Universitario de Valme, en Sevilla.