Álvaro Enciso Vergara durante más de 15 años consumió marihuana, alcohol, basuco y cocaína en Medellín. En 1992 estando en su rehabilitación, hizo la promesa a Dios y a él mismo que si cambiaba de vida, se dedicaría por entero a la recuperación de las personas con alguna adicción y así lo hizo, por eso este año la Fundación La Luz cumple 30 años abriendo sus puertas a la vida.
La Luz realizó su primera ceremonia de reeducación en el teatro Metropolitano de la ciudad de Medellín donde se graduó el primer grupo de residentes, ahí se cristalizó el sueño y el compromiso de Álvaro Alfonso. La Fundación es una entidad prestadora de servicios de salud, centro de rehabilitación con una metodología comprobada en el tratamiento de jóvenes y adultos afectados por el consumo de sustancias psicoactivas.
Ofrece a sus pacientes los servicios de medicina general, nutrición, programa ambulatorio, programa residencial, psiquiatría, psicología, telemedicina, terapia ocupacional y toxicología, en sus tres distintas sedes ubicadas en el municipio de Barbosa/Antioquia, Chinauta/Cundinamarca y Bogotá en la calle 80, las cuales tienen una capacidad de atención de 600 pacientes.
En estos años de funcionamiento, la Fundación ha graduado a más de 50.000 personas reeducadas, útiles y trabajadoras destacadas en varios oficios y carreras. Hoy tienen un propósito de vida lejos de las adicciones, gracias al trabajo diario de un equipo profesional de alta calidad que desarrollan un tratamiento profundo y positivo.
Para celebrar esta importante fecha, la cual tiene varios objetivos como: graduar a 40 hombres y mujeres libres de adicciones quienes podrán compartir este momento tan especial con sus familias, honrar algunas de las personas que han acompañado a su fundador en estos 30 años de historia de desafíos y logros, además de contar la historia de una empresa social hecha a pulso.
En palabras de Álvaro Enciso: “queremos ser la más reconocida institución en Colombia y en el mundo, con un modelo clínico exitoso y comprobado por sus pacientes quienes pueden dar testimonio como por ejemplo Ciro Alberto Ortiz quien llegó a la Fundación La Luz destrozado por el consumo de drogas, pesando 40 kilos y sin familia.
Recibió el proceso terapéutico con el cual se proyectó a ser una persona diferente. Hoy tiene su consultorio, es terapeuta y hace constelaciones familiares, programación neurolingüística y trabaja el tema del desarrollo de la inteligencia emocional”.
¡Fundación La Luz 30 años llevando una nueva esperanza a los hogares colombianos!
