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Así como surgió en la antigua India, Egipto o Persia el uso y la mezcla de los aceites naturales llega una línea de belleza artesanal de bienestar que respeta el medio ambiente y genera una conexión con la tierra a través de productos y empaques ecológicos que hacen parte de la propuesta de valor que trae La Yerbatera, un emprendimiento ciento por ciento colombiano que trabaja desde hace más de 4 años en una cosmética con ingredientes naturales.
Y es que el uso de las propiedades de las plantas es tan antiguo como la misma civilización. Se conoce que plantas como el hinojo, las semillas de cilantro, el comino y muchas otras fueron encontradas en cementerios antiguos. En el Antiguo Egipto y parte del Mediterráneo se describen procedimientos y rituales en los cuáles se usaban ungüentos curativos, aceites medicinales, cataplasmas y perfumes curativos.
En Colombia, esta práctica hace parte de la riqueza ancestral de las comunidades indígenas que desde tiempo atrás han utilizado su conocimiento y uso de las plantas medicinales para su bienestar.
En este sentido, Diana Mesa quien le dio vida a La Yerbatera llega al mundo del cuidado personal y sostenible desde 2018 con una idea que empieza a partir de la curiosidad de conocer las propiedades de las hierbas que cultivaba en su finca de Suesca como menta, lavanda y eucalipto, entre otros. Luego de hacer varios cursos en México y Colombia y de estudiar las propiedades y los beneficios de las plantas, Diana lanza su primera línea artesanal de jabones artesanales con aceites naturales.
Según Diana Mesa “con esta propuesta de La Yerbatera queremos conectar a las personas con la naturaleza y que conozcan los beneficios de las plantas y las aprovechemos para nuestro beneficio y bienestar de forma consciente”.
“Quiero para mis clientes lo que quiero para mí y por eso hemos puesto toda nuestra energía en crear productos naturales y respetuosos de los recursos, cuidando cada detalle como los empaques que son ecológicos con el uso de materiales como el vidrio, papel reciclado de libros y sogas teñidas con tintes naturales, entre otros”. Agrega Mesa.
