Mientras la vivienda nueva comienza a mostrar signos de recuperación después de un periodo de desaceleración, los inmuebles usados mantienen una demanda estable y son considerados una de las inversiones más seguras en tiempos de incertidumbre.
De acuerdo con cifras de Fincaraiz.com.co, Bogotá lidera ampliamente la oferta con 37.680 inmuebles disponibles, lo que equivale al 25,5 por ciento del total registrado en el portal. Medellín aparece en el segundo lugar con 16.271 propiedades (11 por ciento), seguida por Cali con 11.406 (7,7 por ciento) y Barranquilla con 9.535 (6,4 por ciento). Cartagena con 6.289 (4,3 por ciento), Envigado con 4.873 (3,3 por ciento), Manizales con 5.460 (3,7 por ciento), Pereira con 5.271 (3,5 por ciento), Sabaneta con 2.963 (2 por ciento) y Chía con 2.950 (2 por ciento) completan el listado de las diez ciudades que concentran la mayor oferta de vivienda usada en el país.
La amplitud de la oferta está acompañada de tiempos de comercialización que marcan el ritmo natural de este mercado. En promedio, un inmueble usado tarda entre cuatro y siete meses en concretar su venta desde que se publica en el portal. Este plazo puede variar dependiendo de la ubicación, el estado de la propiedad y el rango de precios. Los apartamentos de dos y tres habitaciones en estratos tres y cuatro son los que registran mayor rotación, con precios que se ubican entre 200 y 400 millones de pesos.
Bogotá suele estar en la franja más alta, entre 280 y 550 millones, mientras que en Medellín, Cali y Barranquilla la mayoría de las ofertas se sitúa entre 180 y 420 millones. Los apartaestudios y unidades de una habitación, con valores entre 120 y 220 millones, también tienen alta demanda en zonas universitarias y centrales, lo que los convierte en productos de rápida comercialización.
Para Baltasar Urrestarazu, gerente regional de Fincaraiz.com.co, la preparación previa del inmueble es determinante, aspectos como la documentación desactualizada o la existencia de gravámenes son obstáculos frecuentes que pueden retrasar cualquier negociación. Quien cuenta con certificados al día, paz y salvos de impuestos y ha saneado embargos o hipotecas antes de poner la vivienda en venta, gana tiempo y facilita el cierre del negocio.
El directivo también resaltó la importancia de la presentación de la propiedad en el mercado. Los compradores descartan de inmediato los inmuebles que muestran daños visibles o fotografías poco claras. En cambio, las publicaciones con imágenes de calidad, descripciones completas y reparaciones locativas básicas transmiten confianza y generan mayor interés, señaló Urrestarazu, al explicar que una publicación bien estructurada puede ser tan decisiva como el precio mismo.