Hernández Medina eligió contar la historia en dos planos narrativos para llevarnos un recorrido de 287 páginas entre la surrealidad cotidiana de los Llanos Orientales y la desmesura urbana de Bogotá.
Con personajes concretos, cálidos y difíciles, “Maldición Guahiba” evoca recuerdos propios y ajenos con los que el autor retrata la magia conocida y desconocida del llano, trayendo de paso al presente las tremendas injusticias cometidas contra los diferentes grupos indígenas que lo habitaron desde siempre, particularmente los sikuani (guahibos).