En septiembre, la inflación mensual fue de 0,24% y la anual de 5,81%, cerca de las expectativas de los analistas del mercado, según la encuesta del Banco de la República (0,27%). Con esto, el resultado se ubica 31 pbs por debajo del dato del mes anterior.
La inflación de alimentos alcanzó una variación anual de 2,7%, al descender en 65 pbs frente al dato de agosto. La reducción fue liderada por la canasta de perecederos, que registró un ajuste a la baja de 174 pbs, ubicándose en 3,3%, favorecida en parte por un efecto base de comparación frente a septiembre del 2023. Las carnes y los procesados también se reducen en términos anuales en septiembre, pero en menor medida.
La inflación sin alimentos moderó su ritmo de reducción en septiembre, al descender en 23 pbs desde 6,8% hasta 6,6%. El mayor ajuste a la baja vino vía la canasta de regulados, que se ubicó en 10,2% en la variación anual, 98 pbs por debajo del dato registrado en el año anterior. Al interior de este, el gas y la electricidad contribuyeron mensualmente a la baja, en tanto que educación y agua contribuyeron al alza. La inflación de la canasta de bienes se redujo, pasando de una inflación anual de 0,75% hasta una de 0,60%, su nivel más bajo desde enero de 2021.
Por su parte, la canasta de servicios registró un leve incremento, pasando de una inflación anual de 7,4% a 7,5%. A su interior, las subclases de arriendos, comidas en establecimientos de servicio a la mesa, los tiquetes de avión y el transporte escolar presionaron al alza.
En BBVA Research esperamos que la inflación continúe descendiendo en lo que resta del 2024. La inflación de alimentos puede seguir descendiendo, a pesar de que se enfrenta cierta incertidumbre a causa de factores climáticos. La inflación sin alimentos, por su parte, continuará a la baja, con un ritmo moderado a causa de la persistencia en la inflación de la canasta de servicios y a pesar de riesgos como el alza en los precios del diésel o la gasolina, que pueden dilatar la senda de descensos.