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Después de 2 años de pandemia por el COVID-19, los Encuentros de la Esperanza de World Vision se volvieron a realizar en las ciudades de Bogotá, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y Medellín. Estas jornadas representaron integración, diversión, espacios seguros y amor para 2.000 niñas, niños y adolescentes, quienes volvieron a encontrarse o conocieron por primera vez a sus patrocinadores.
En esta celebración, Santiago, quien es un niño patrocinador, conoció por primera vez a Matías, el niño que lleva por 2 años patrocinando.
“Sin duda esto cambia vidas, y no me refiero solamente a la de Matías, aunque seguro también, me refiero a mi vida y la de mi familia, no hay nada más bonito que ayudar y que quede el sello ahí”, afirmó Santiago, quien con solo 12 años ahorra de su mesada, que le dan sus papás, y mes a mes paga la cuota correspondiente para ser patrocinador con World Vision.
Aunque uno de los requisitos para poder ser patrocinador es ser mayor de edad, Santiago le pidió ayuda a su mamá para que fuera ella la representante legal, sin embargo, la iniciativa, el interés y el ahorro ha sido liderado por Santiago:
“Él mismo fue quien un día nos preguntó sobre posibilidades de ayudar, ya después el abuelo nos contó que con World Vision lo podíamos hacer con los programas de patrocinio, y desde ese día Tomas no deja de ahorrar y pensar en el niño que ayuda (…) me enorgullece la forma en la que piensa, actúa y nos enseña a todos a ser más conscientes”, afirmó Jimena, la mamá de Santiago.
